Este hecho contradice la Enmienda Berry, según la cual todos los artículos de los uniformes militares deben ser fabricados en EEUU, explica el columnista del medio Military Times, Todd South.
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El fraude fue destapado cuando las autoridades aduaneras estadounidenses capturaron dos cargamentos de botas militares. Según cuenta South, los responsables de Wellco Enterprises se aseguraron de que el fabricante real quitara las etiquetas 'Hecho en China' antes de enviar el cargamento.
Solo entre 2006 y 2012, el Departamento de Defensa se gastó más de 138 millones de dólares en la compra de botas militares.
Los responsables de la empresa vendieron calzado fraudulento por un valor total de 8,1 millones de dólares entre 2008 y 2012, se dice en el comunicado de la Oficina del Fiscal.
"La venta fraudulenta de imitaciones chinas de botas a nuestros militares por un valor de millones de dólares, diciendo que estaban hechas en EEUU, no solo defrauda al Gobierno, sino también al soldado estadounidense", dijo el agente encargado del caso, Robert Hammer.
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