"Es una evidente provocación, encaminada a socavar los acuerdos de Minsk", dijo a periodistas.
En condiciones actuales, enfatizó Lavrov, es imposible hablar de la posibilidad de celebrar en breve una reunión en el formato de Normandía.
En la explosión murió también un guardia de Zajárchenko, mientras el ministro de Ingresos y Tributos de la RPD, Alexandr Timoféev resultó herido.
Según los datos del servicio de emergencias un total de 11 personas resultaron heridas por la explosión, que las autoridades de la RPD calificaron de atentado.
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El jefe interino de la RPD, Dmitri Trapéznikov, informó sobre la detención de los sospechosos del asesinato que apuntaron a que Kiev está detrás de lo ocurrido.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de vil el asesinato de Zajárchenko al subrayar que "aquellos quienes eligieron la vía del terrorismo, de la violencia y de la intimidación, no quieren buscar una solución pacífica y política del conflicto".
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró que todo apunta a que el régimen de Kiev está detrás del asesinato del líder de la RPD.
El Gobierno de Ucrania negó estar implicado en la muerte de Zajárchenko.