"A pesar de que no alcanzamos el objetivo de la paz y la seguridad en todos los rincones del país, se requiere de un esfuerzo sostenido por largo tiempo para lograrlo", dijo el mandatario en un discurso en el Palacio Nacional ante representantes de todos los poderes, gobernadores, diplomáticos y mandos de las Fuerzas Armadas.
En ese marco, lamentó que no haya sido aprobada por el Congreso y las legislaturas provinciales una de sus propuestas de transformar a más de 1.800 cuerpos policiales en 32 policías "únicas, sólidas y confiables" en igual número de estados de la federación mexicana.
"El surgimiento de policías locales es indispensable", enfatizó.
Para encarar el desafío de las organizaciones criminales, el Gobierno saliente creó "un diseño que facilita la coordinación entre corporaciones en misiones de seguridad", indicó al aludir a disolución de la Secretaría de Seguridad que será reinstalada por el próximo presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario reconoció el trabajo de los agentes del Estado "que ponen en riesgo la propia vida" en tareas de seguridad pública, y el papel de las Fuerzas Armadas "que han servido a México con patriotismo y cumplimiento del deber; su papel ha sido determinante para contener al crimen organizado".
Ese agradecimiento al ejército, la fuerza área y la marina provocó el primer aplauso de la audiencia integrada por más de 1.500 funcionarios federales y estatales en el patio central del Palacio Nacional, donde el mandatario acostumbró a enviar un mensaje al Congreso y al país en sus seis años de Gobierno.
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Aseguró además que esas reformas fueron "el logro más trascendental" de su administración y "su mayor contribución al futuro del país".
Esas reformas, aprobadas por todos los partidos en el Congreso, permitieron "fortalecer instituciones y combatir a las organizaciones criminales, el combate a la pobreza y el ejercicio de derechos sociales, asegurar que los niños y jóvenes reciban mejor educación", entre otros logros, dijo.
Además, se eliminaron "barreras que habían obstaculizado el crecimiento económico, y proyectar los valores y compromisos de México en el escenario internacional".
Entre las reformas destacó la que busca "desterrar la corrupción de la vida pública", uno de los mayores males del país.
El nuevo Sistema Nacional Anticorrupción creó "poderosos instrumentos de disuasión a quienes se vean tentados a violar la ley, que merecen todo el rigor de la propia ley sin distinción", dijo el mandatario.
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