El importe total de las corbetas asciende a 1.800 millones de euros, y serán fabricadas por la empresa pública Navantia en Cádiz.
La decisión se produjo apenas una semana después de que Arabia Saudí bombardease Yemen y matase a 51 personas, entre ellos 40 niños, y dejase 77 heridos.
Ante esta decisión, los sindicatos comenzaron a protestar en Cádiz alertando de la posibilidad de que Arabia Saudí paralizase la compra de estas corbetas a España.
Después de la reunión de este 10 de septiembre, los sindicados lanzaron un mensaje de "tranquilidad" y matizaron que las corbetas "no están en riesgo".
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Amnistía Internacional sitúa a España como cuarto país en la lista de mayores exportadores de armas a Arabia Saudí.