El Kazan es el segundo submarino de la clase botado hace un año y actualmente pasa las pruebas necesarias y el proceso de homologación. Se prevé que formará parte de la flota rusa en el año 2019.
El primer sumergible de esta clase Severodvinsk, entregado en 2014, cumple ya con éxito misiones en el mar. Está en proyecto la construcción de un total de siete unidades para el año 2020.
Con un desplazamiento de 13.800 toneladas y una velocidad de 31 nudos, los submarinos de la clase Yasen-M pueden sumergirse hasta una profundidad de 520 metros, lo que los hace prácticamente inalcanzables para las armas más avanzadas del enemigo.
Los submarinos de clase Yasen-M cuentan en su arsenal con minas y pueden lanzar torpedos y misiles de crucero, incluidos los Kalibr, los Onix, y los hipersónicos Tsirkon, señala el medio.
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