"Después de varias reuniones de los representantes de clérigos musulmanes, el mundo islámico decidió por unanimidad que la guerra no tiene fundamentos religiosos, antes no había una opinión común al respecto", declaró Haidari.
Asimismo, comunicó que en su país los terroristas no gozan del apoyo de la población ya que recurren a la intimidación y el chantaje.
"Los ciudadanos ya están cansados de esta guerra y de ellos", confesó.
Según Haidari, los grupos antigubernamentales lanzaron en Afganistán una campaña de propaganda, mayoritariamente, entre los pobres, apelando a los bajos índices económicos en el país y la falta de industria nacional.
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Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanza el movimiento Talibán y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico), ambos prohibidos en Rusia, pese a la fuerte presencia militar de EEUU y otros países de su órbita.