El objetivo de Musk es, según el director de la agencia espacial rusa, sacar a Rusia del negocio de los cohetes espaciales, ya que vende los suyos en el mercado —básicamente, a la NASA— por unos 40 o 60 millones de dólares cuando del Pentágono cobra 150 millones cada vez que lanzan uno.
"Si miran el precio al que Musk vende sus [cohetes] Falcon al Pentágono y por cuánto los vende en el mercado, se darán cuenta de que se trata de un claro caso de 'dumping'. Para poder librarse de Rusia, cobra entre 40 y 50 millones de dólares por lanzamiento. A veces entre 50 y 60 millones de dólares", se ha quejado Rogozin en el canal estatal de televisión. Unas cifras inferiores al precio medio en el mercado.
Sin embargo, Rogozin ha reconocido que el multimillonario estadounidense es sin duda un ingeniero de talento "y un excelente especialista en 'marketing'" que sabe muy bien cómo venderse.
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