"Estamos sorprendidos por la imparcialidad de la ODIHR tras haber observado el referéndum", dijo Zajárova.
La portavoz acusó a la ODIHR de respaldar la campaña de propaganda que Occidente había llevado a cabo de cara a la consulta macedonia.
"Ya no se trata de dobles estándares sino de una burla a las reglas y normas reconocidas universalmente", enfatizó.
Zajárova resaltó que Rusia no prevé cambiar su postura al respecto y que esta consiste en que solo los propios macedonios, sin presiones ni recetas impuestas desde el exterior, pueden hallar una "solución duradera".
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Anteriormente, el embajador de Rusia en Macedonia, Serguéi Bazdnikin, acusó a Occidente de intentar injerir en el referéndum.
Este cambio de nombre es una de las condiciones para que la nación pueda entrar en la Alianza Atlántica y la Unión Europea.
El referéndum, que se celebró el 30 de septiembre, estuvo marcado por la baja participación, del 36,91%, inferior al mínimo necesario del 50%, no obstante, EEUU, la OTAN y la UE lo calificaron de exitoso.
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Según la Comisión Electoral nacional, el 91,46% de los votantes considera que Macedonia debe aceptar el acuerdo de junio pasado con Grecia sobre el nuevo nombre del país y tomar el rumbo a la integración euroatlántica.