"Esta es la historia, que a mi parecer es un nuevo ejemplo de la diplomacia de megáfono y del menosprecio de los mecanismos jurídicos que fueron creados para examinar los problemas en las relaciones entre dos países, incluido entre Rusia y Países Bajos", dijo Lavrov en una rueda de prensa.
El ministro aseguró que "el viaje de los especialistas rusos a La Haya en abril pasado no fue secreto".
Luego, continuó, a mediados de septiembre "en la prensa holandesa apareció una filtración de que estas personas se dedicaban al ciberespionaje".
"Invitamos a la embajador de Países Bajos a la Cancillería, la preguntamos sobre detalles y hechos en relación con esta filtración, pero no nos dijo nada que tuviera sentido", señaló.
El canciller ruso indicó que el Ministerio de Exteriores de Países Bajos invitó después al embajador ruso, le entregó una nota de protesta respecto a las acusaciones que aparecieron en los medios, y a la pregunta de dónde están los materiales concretos que las prueban, recibió la respuesta de que "lo sabrán todo en la rueda de prensa que llevará a cabo el Ministerio de Defensa".
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El ministro apuntó que esa rueda de prensa en que Holanda acusó de hackeo a Moscú se celebró el pasado 4 de octubre, el mismo día que el Consejo de Ministros de Defensa de la OTAN, y antes de la reunión del Consejo Europeo prevista para mediados del mes.
"Tal vez a alguien le pareciera que sacar a la luz justo ahora un caso que tuvo lugar en abril desviaría la atención de las cuestiones importantes que se debaten tanto en la UE como en la OTAN, incluido el tema de cómo están relacionadas las capacidades de defensa de estos dos bloques", supuso.
Lavrov indicó que el Ministerio de Exteriores invitó de nuevo al embajador holandés para expresar el punto de vista de Moscú sobre el caso.