Los eventos centrales de la cumbre se realizarán en tres sedes: el centro Cultural Kirchner, el Hotel Hilton y el centro de Convenciones Costa Salguero. Habrá tres anillos de seguridad y 20.000 efectivos para garantizar el normal desarrollo de las actividades y el tránsito de los 20 presidentes y jefes de Estado más poderosos del mundo.
El especialista Mariano González Lacroix, editor de la revista Zona Militar, explica por qué: "La guerra de Malvinas ha sido un punto de inflexión en cuanto a cómo se encuentra la estructura de la defensa en Argentina. En los últimos 35 años las FFAA no han podido contar con reemplazos de los sistemas y capacidades estratégicas por cuestiones presupuestales o impericia política".
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A nivel naval este complejo panorama quedó evidenciado con el hundimiento del submarino ARA San Juan.
En cuanto a la Fuerza Aérea, esta "cuenta con muy pocas unidades operativas, ya que en los últimos años no se ha avanzado en ningún ámbito. Por lo tanto contará para patrullar los 20 kilómetros de espacio aéreo cerrado con una decena de naves que son muy antiguas" y que en la región ya no se usan, explicó el experto.
Esta realidad ha determinado algunos cambios en la organización de las cumbres, principalmente, la conformación de un comando compartido entre varios países, en especial por las principales potencias, con las que ya se está trabajando.
"En las últimas semanas las distintas fuerzas de seguridad y armadas argentinas han estado entrenando con delegaciones extranjeras, con fuerzas de EEUU, Rusia y Alemania para cuestiones de antiterrorismo, seguridad de personas VIP, ciber defensas y combate contra drones".
"En su momento se decía que iba a ser un comando centralizado por parte de Argentina […]. En este caso, será un comando compartido por parte de los distintos países en donde Argentina será uno más", señaló.
El experto consideró que "cuando se arma un comando conjunto" se debe en buena medida "a la pérdida de confianza en el país para brindar seguridad en este este tipo de actos".
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