"Me encanta el arte popular. Sorprendentemente, conserva la identidad de la cultura nacional, y al mismo tiempo, une, al destacar la percepción histórica general de las personas de todo el mundo", escribió Zajárova en Facebook.
A Zajárova le gusta el caftán porque no es oscuro, sino blanco.
"Me provoca emociones muy positivas. Me encantan los bordados, las flores", se sincera.
Según cuenta, en su casa hasta tiene una habitación con elementos decorativos de los países de Asia Central.
"Hay una gran cantidad de alfombras cosidas a mano, teteras, tazas, bonitos platos. Tienen tanta energía positiva estos objetos, que nos gustan mucho", dice Zajárova.
La diplomática a menudo recibe cosas con colores nacionales como regalos. Por ejemplo, el ministro de Exteriores de Serbia le regaló un chaleco y unos mitones folklóricos, y unos periodistas búlgaros le obsequiaron con su traje típico nacional.
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