Ryan James tiene 31 años y solía tener un trabajo en finanzas corporativas en Australia. En un programa televisivo contó sobre su vida como acompañante y reveló por qué cambió de profesión. Ahora cobra entre 285 y 4.300 dólares por sus servicios y asegura ser mucho más feliz.
James reconoció que no tuvo el coraje necesario para contárselo a su familia desde el principio, pero acabaron por aceptarlo. "Fue una reacción mixta. No me tratan de manera diferente por eso. Probablemente no sea el tipo de cosas que los padres elegirían para sus hijos, pero aun así me tratan bien", dijo.
El pedido más popular para el acompañante es una cena de lujo que incluye seis horas de mimos y placer, una noche juntos y, un detalle importante, un escort-servicio.
Tiene una lista de regalos que las mujeres pueden comprarle, como trajes de Hugo Boss, zapatos Prada y relojes Tag Heuer, pero también da la bienvenida a las donaciones de caridad.
"Por lo que veo, los hombres están más enfocados en el lado sexual. Las mujeres también están enfocadas en el sexo, por eso vienen a verme, pero también pasamos mucho tiempo hablando ", explica.
Afirma que muchas de sus clientas podrían encontrarse fácilmente con un hombre en un bar, pero que quieren una "experiencia diferente". Algunas se han divorciado recientemente, mientras que otras todavía están casadas, pero no han tenido relaciones íntimas con sus esposos durante algún tiempo.