"El secretario general condena decididamente el ataque perpetrado (…) contra los afganos que se reunieron en Kabul para participar en festividades religiosas", señala una declaración de la oficina de prensa del alto funcionario.
El documento añade que "los ataques premeditados contra civiles son una violación evidente del derecho humanitario internacional, es preciso hacer todo lo necesario para llevar a los culpables ante la justicia".
Guterres expresó sus más profundos pésames a las familias de los fallecidos y al Gobierno de Afganistán.
Además, el texto añadió que "los miembros del Consejo de Seguridad confirmaron la necesidad de castigar a los ejecutores, organizadores y patrocinadores de estos reprochables actos de terrorismo y llamaron insistentemente a todos los estados, en correspondencia con sus obligaciones en materia de derecho internacional y las correspondientes resoluciones del Consejo de Seguridad a cooperar activamente al respecto con el Gobierno de Afganistán y todos los demás órganos correspondientes".
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El atentado ocurrió durante una reunión religiosa que celebraba la festividad musulmana del Mawlid, el día que conmemora el nacimiento del profeta Mahoma.
De acuerdo con testigos, en el momento del ataque dentro del salón había al menos 1.000 personas.
Según los datos de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), más de la mitad de un total de 1.550 ataques terroristas que tuvieron lugar en todo el mundo en los primeros nueve meses de este año, fueron perpetrados por los terroristas de Talibán y ISIS en Afganistán.
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