El emblemático show de SmackDown se celebró en San José, estado de California, y estuvo lleno de sorpresas. La lucha ocupó el evento principal del espectáculo, donde las tres superestrellas de la lucha femenina usaron todo lo que tuvieron a su alcance para dañar a sus oponentes. Los espectadores vieron silletazos y mesas rotas, incluso las de los comentaristas.
Pero el momento más inesperado llegó cuando Ronda Rousey —yudoca y expeleadora de artes marciales mixtas— ingresó al escenario y lanzó a Charlotte Flair y Becky Lynch al suelo. La japonesa aprovechó el momento, trepó por una de las escaleras del escenario y se hizo con el cinturón.
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El SmackDown es uno de los programas de lucha libre más populares entre los organizados en EEUU por la WWE. Este tipo de entretenimiento televisivo es muy seguido en el continente norteamericano y sus batallas clave acaparan millones de espectadores.