Pese al hecho de que las aeronaves militares pertenecen a modelos diferentes, son capaces de llevar a cabo tareas conjuntas gracias a sus características específicas.
Así, el F-22 Raptor garantiza la superioridad aérea, mientras que el F-16 Fighting Falcon es capaz de suprimir los sistemas de defensa antiaérea del enemigo.
La maniobra cobra relevancia porque se trata de aviones que pertenecen a las tres Fuerzas Aéreas que posee EEUU [U.S. Air Force, U.S. Navy, y U.S. Marine Corps] que pocas veces operan en conjunto.
Según la revista Popular Mechanics, "hacer que todas estas fuerzas trabajen juntas es como tener a tres equipos de béisbol distintos, cada uno con sus propias señas, que se unen para jugar un juego de vida o muerte contra otro equipo".
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