La mesa navideña es una ocasión en la que no faltan los platos típicos o los alimentos preferidos de cada miembro de la familia. En general, se trata de comidas calóricas, que en exceso pueden sentar mal a quien las come. Pero, ¿quién no quiere comer bastante pavo, muchos tamales, asado en cantidad necesaria o unas cuantas rodajas de vitel toné? Y eso sin contar el postre: los deliciosos turrones y el suculento pan dulce, por apenas nombrar un par.
Una cosa que puedes hacer es prepararte un té de boldo. Puede no gustarte el sabor entre amargo y picante de esta infusión, pero la sabiduría popular latinoamericana indica que esta hierba es buena para el hígado, para el malestar estomacal y para tranquilizarse. Hay al menos un estudio que indica que esta hoja tiene propiedades hepatoprotectoras. Entonces quizás sea bueno que guardes un par de sobrecitos.
Más suave y agradable es el sabor de la manzanilla: la flor, las hojas y los tallos también tienen efectos relajantes y antiespasmódicos. Por lo cual si te duele el estómago o en caso de tener cólicos, quizás sea una buena opción, ya que en general es seguro beber una tacita del té de esta planta. Su fama suavizante también alivia la acidez.
¿Qué tal las alcachofas? Está científicamente comprobado que esta deliciosa verdura, en infusión, tiene efectos beneficiosos para estimular la producción de sales biliares (y luego eliminarlas), algo particularmente útil si comiste alimentos bastante grasos. ¡No es todo! Es además rica en vitaminas y podría tener efectos beneficiosos para bajar el colesterol.
Por eso no es de extrañarse que en la farmacia, si pides algo para el "empacho", te recomienden comprar una tintura de alcachofa mezclada con boldo. El sabor no es agradable, lo sabemos, pero probablemente te sientas un poquito mejor al tomar esto.
Probablemente en tu región esté popularizado algún tipo de licor digestivo que tenga hierbas, y dentro de la mezcla secreta, quizás alguna de las que hayamos nombrado. La sabiduría popular recomienda tomar una pequeña cantidad después de la comida para que esta siente mejor.
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El fernet, hoy tomado mezclado con refresco de cola, es un ejemplo de un licor que comenzó con esta finalidad, así como todos los "amargos" traídos por la inmigración europea. Sin embargo, ingerir alcohol (por más poquito que sea) cuando ya estás a tope probablemente no sea la mejor idea.