En particular, su torre con el respectivo armamento fue desinstalada y en su lugar se acopló una cabina con ventanas de cristal. Se trata de un vehículo especialmente modificado para capacitar a los futuros conductores.
La nueva 'torre de cristal' les da a los instructores una mejor perspectiva, quienes además tienen la posibilidad de tomar el control del tanque sin cambiar de lugar en el carro de combate.
Aunque se trate de un modelo de tanque relativamente antiguo, el carro de combate de alumnos también podría usarse para la formación de conductores de vehículos más recientes, tales como el T-72 o T-90, informa el medio Ruskoe Oruzhie.
Además de las evidentes ventajas de entrenar a los militares con la ayuda de una máquina diseñada específicamente para fines educativos, también existe un beneficio económico, puesto que no se desgastan los recursos de las máquinas de combate.
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