La demostración simbólica de los logros de la industria automotriz nacional tuvo lugar en el territorio del parque industrial Esipovo en la región de Solnechnogorsk.
Dieter Zetsche, director ejecutivo de la corporación Daimler AG, que ostenta la marca de Mercedes-Benz, indicó que se invirtieron más de 250 millones de euros en el proyecto.
"Vamos a seguir apoyando proyectos de este tipo tanto de compañías del país como del extranjero (…) ya que elevan la competitividad de nuestra industria automotriz y satisfacen la demanda de nuestros consumidores", subrayó.
El mandatario ruso indicó que la producción automovilística en el país creció un 15% en 2018 y las ventas subieron más de un 13%.
El Aurus en el que llegó Putin a la inauguración es una marca rusa de automóviles que se creó para denominar los autos del proyecto Kortezh, que tiene prevista la fabricación de varios tipos de vehículos sobre la misma base. Así, aparte de la limusina presidencial y del sedán ya existentes, se fabricará también un monovolumen y un todoterreno.
Ya se habían presentado dos variantes del sedán en el Salón del Automóvil de Moscú en agosto de 2018 y están disponibles para los compradores de todo el mundo.
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Además de los autos, el proyecto Kortezh también tiene prevista la fabricación de una moto 'presidencial' que se usará para acompañar a la limusina del presidente ruso.