"Fueron condenados a siete años de prisión y esta sentencia se mantiene, el recurso se desestima", anunció el juez del Supremo Soe Naing.
El pasado enero, el recurso de los reporteros fue rechazado por el Alto Tribunal birmano, por lo que sus abogados decidieron recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo con sede en Naipyidó, la máxima instancia judicial del país.
"Wa Lone y Kyaw Soe Oo no cometieron ningún delito, ni tampoco hay prueba alguna de que lo hicieran. Fueron víctimas de una trampa policial (ideada) para silenciar la verdad que estaban contando", declaró en un comunicado Gail Gove, asesor jurídico en jefe de Reuters.
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Aseguró que la agencia seguirá haciendo todo lo que esté a su alcance para lograr lo antes posible la liberación de los dos periodistas, que llevan encarcelados casi un año y medio.
Los dos periodistas, que estaban investigando la matanza de 10 musulmanes rohinyás en el estado noroccidental de Rakáin, fueron detenidos en Rangún a mediados de diciembre de 2017 y acusados de posesión ilegal de secretos oficiales, porque llevaban encima el mapa de un poblado y dos informes militares.
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Durante el juicio, que se prolongó por ocho meses, tanto los procesados como un informante de los cuerpos de seguridad testificaron que en realidad fue una trampa, porque acababan de recibir esos papeles en un restaurante de manos de oficiales de policía.