Según los jefes de los centros de coordinación ruso y sirio de repatriación de los refugiados, Mijaíl Mizíntsev y Husein Majluf, "solamente el acceso directo a este campo de los representantes de las estructuras humanitarias de la ONU, el Gobierno de Siria y la Media Luna Roja Árabe siria podría garantizar la transparencia de la distribución de la ayuda humanitaria, además permitiría determinar en situ los pasos a dar para salvar a sus habitantes".
La ONU solo ha podido organizar dos convoyes humanitarios para Rukban desde noviembre de 2018.
Rukban está situado en la zona de Al Tanaf, en el sur de Siria, un área bajo control de las tropas estadounidenses.
De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas, durante la última entrega en febrero, personal del organismo entrevistó a los residentes del campamento, el 95% de los cuales dijo que quería abandonar Rukban para regresar a sus hogares.
Siria, junto con Rusia, ha pedido en varias ocasiones a Estados Unidos que permita salir a los refugiados que quieren abandonar el campamento y para ello se establecieron corredores humanitarios.
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A juicio de Rusia y Siria, la comunidad internacional debería influir sobre EEUU para que retire del territorio sirio sus tropas que respaldan a grupo armados ilegales.