"Las declaraciones hechas por Rusia y Ucrania al firmar y ratificar la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, excluyen la posibilidad de activar los procedimientos de solución de disputas, establecidos por la Convención, con respecto al incidente del 25 de noviembre de 2018 en la zona del estrecho de Kerch", destaca la nota de la Cancillería rusa.
Al mismo tiempo, el TIDM indicó que "no considera necesario exigir que la Federación de Rusia suspenda los procedimientos penales contra los 24 militares ucranianos detenidos y se abstenga de iniciar nuevos procedimientos".
El 16 de abril el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, anunció que Kiev presentó una solicitud ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar en la que pide tomar "medidas coercitivas contra Rusia" para que ponga en libertad a los marineros ucranianos detenidos en Rusia por haber cruzado de manera ilegal la frontera rusa cerca del estrecho de Kerch.
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En respuesta, la Cancillería rusa llamó a Kiev a renunciar a sus planes de resolver la disputa sobre el incidente de Kerch ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar y sentarse a la mesa de negociaciones para solucionar las divergencias al respecto.
Moscú calificó el incidente de provocación, con la que el actual presidente ucraniano Poroshenko buscaba ganar puntos de cara a las elecciones presidenciales.
Los marineros ucranianos actualmente afrontan un juicio por cruce ilegal de frontera.