"Trillanes y yo somos similares, pero me curé a mí mismo", afirmó Duterte.
El presidente aseguró que "había vuelto a ser hombre" cuando comenzó una relación con su exesposa, Elizabeth Zimmerman. Después del discurso, Duterte decidió confirmar ser heterosexual invitando a varias mujeres a subir al escenario para besarlas.
La posición del presidente sobre la homosexualidad ha sido inconsistente. Antes de ser elegido presidente, expresó su apoyo a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y dijo que la Biblia debería haber reconocido la homosexualidad. Una vez elegido, se retiró de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En 2016, Duterte llamó a Philip Goldberg, embajador de Estados Unidos en Filipinas, "gay" e "hijo de puta".