"Teniendo en cuenta que las acciones de las compañías energéticas de EEUU crecieron el 13 de junio tras dos días cayendo, justo después del ataque a los petroleros en el golfo de Omán, está claro a quién le ha salido rentable el incidente. Irán por su parte ha dicho muchas veces que prefiere negociar: tanto en lo referente al acuerdo nuclear como a la tensión en la región", opina en diálogo con Sputnik.
"Todo ello demuestra que Irán no pudo haber causado el sabotaje. Al contrario: Irán muchas veces ha avisado de que el golfo podía ser escenario de provocaciones y sabotajes por parte de ciertos grupos políticos a los que les sale rentable el conflicto y el caos en la región para alimentar sus intereses políticos", asegura.
Para Mirtorabi, los países de la región deben abordar la cuestión de la seguridad para reducir los incidentes de este tipo. Dice que Irán puede proponer soluciones a sus vecinos a partir de las que crear una zona común y segura.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, acusó al país persa de colocar las minas en el casco de los petroleros Kokuka Courageous y Front Altair. De hecho, publicó un vídeo en el que, según su versión, se observa a militares iraníes retirando una mina sin explotar del casco de uno de los petroleros del golfo de Omán.