"El objetivo de este plan es evaluar el potencial y posiblemente incorporar reservas asociadas, pero el play (campo) es no convencional, de aceite y gas de lutitas, por eso es que nos encontramos en la fase de evaluación del potencial", informó Hernández Ordoñez.
El esquisto es un tipo de roca que requiere ser fracturada para que libere los hidrocarburos atrapados en pequeñas cuencas.
Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha manifestado en contra de la práctica de "fracking" por razones ecológicas en el uso de agua.
El líder de la izquierda nacionalista ha dicho en varias de sus conferencias matutinas que no autorizará el uso de fractura hidráulica.
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Según el anuncio, realizado en la 34 sesión extraordinaria del organismo autónomo, "Pemex contempla hacer una inversión cercana a los 20 millones de dólares, que incluyen la perforación de un pozo" para exploración.
Esa técnica fue desarrollada en EEUU, en los campos de hidrocarburos "shale" (esquisto) de los estados de Texas y Dakota del Norte, que permitieron relanzar la producción de ese país a niveles históricos en una década.
Pemex prevé perforar otro pozo en la zona, que requiere una inversión de 38,9 millones de dólares, para 2021.
La petrolera pretende impulsar su capacidad para desarrollar yacimientos de hidrocarburos no convencionales, como esos reservorios de crudo y gas atrapado en rocas lutitas.
Ese yacimiento terrestre a explorar está localizado a 50 kilómetros al suroeste del puerto industrial de Tuxpan, en costas del Golfo de México (este).
El 11 de diciembre pasado, a pocos días de comenzar el Gobierno de López Obrador, la CNH canceló dos licitaciones de la llamada Ronda Tres de la apertura a la inversión privada y extranjera en la industria petrolera mexicana, y difirió el concurso para dos asociaciones, en las que buscaría socios estratégicos para Pemex.
La tercera licitación de la Ronda 3 sería la primera vez en la historia de México que se licitarían recursos de rocas de esquisto con la técnica de fractura hidráulica.