"La comunidad internacional debe considerar la protección de los derechos humanos de los migrantes y refugiados como el elemento clave de sus actividades en Libia", dice un comunicado conjunto del director general de la organización, António Vitorino, y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
El texto recuerda que el 3 de julio, más de 50 personas fallecieron por un ataque aéreo contra un centro de detención de migrantes en Tajura, al este de Trípoli, y en este contexto pidió a la Unión Europea y la Unión Africana que eviten una repetición de esta tragedia.
Entre las tareas prioritarias, Vitorino y Grandi destacaron la liberación y la protección de 5.600 refugiados y migrantes que permanecen actualmente en los centros de detención en Libia.
Se subraya también que las personas que quieren regresar a sus países deben tener la posibilidad de hacerlo.
Además, la declaración llama a suspender la detención de los rescatados en el mar y desembarcados en Libia y optar por alternativas como crear centros especiales para su ubicación y establecer el correspondiente procedimiento de registro.
Se subraya también la necesidad de mejorar las condiciones de vida para unos 50.000 refugiados registrados y solicitantes de asilo que viven actualmente en Libia, así como a unos 800.000 migrantes.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales, la aparición de grupos yihadistas y de mafias que se dedican al tráfico de migrantes irregulares de África a Europa.