El 14 de julio, Trump escribió en Twitter que "representantes demócratas progresistas" del Congreso de EEUU son procedentes de países "completamente quebrados y plagados de crimen".
Es "interesante" cómo esas dirigentes "le dicen a EEUU, la más grande y poderosa nación en la tierra, cómo se debe llevar adelante" el Gobierno mientras ellas provienen de "países que son los más corruptos e ineptos de todo el mundo", dijo Trump.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, calificó estas declaraciones de xenófobas.
Incluso la primera ministra británica, Theresa May, consideró que "el lenguaje utilizado para hablar de esas mujeres es totalmente inaceptable", según un portavoz de la gobernante.
Las cuatro mantuvieron una rueda de prensa en la que instaron a iniciar un proceso de destitución de Trump.
En realidad, todas nacieron en Estados Unidos, excepto Omar, que fue refugiada somalí junto a su familia y luego nacionalizada estadounidense.