Según informan los medios locales, la función principal del tiburón robotizado es el reconocimiento subacuático y se afirma que esta máquina es capaz de sumergirse a una profundidad de 150 metros.
Según el propio fabricante del peculiar dispositivo, se trata de "un dron veloz, con gran capacidad de carga y bajo nivel de ruido diseñado para misiones de búsqueda, control y reconocimiento".
Supuestamente este tiburón biónico debería ser invisible para los sonares subacuáticos porque fue desarrollado para camuflarse con los seres marinos normales.
También emergió la nueva clase de drones kamikazes, que se dirigen hacia su blanco y explotan al entrar en contacto con el objetivo, tales como el Zala Lancet ruso.
Al mismo tiempo se desarrollan los sistemas de lucha contra los drones, como es el caso del novedoso sistema ruso Sapsan-Bekas que se presentó durante el foro técnico militar Army 2019 y se empleó durante el Mundial de Fútbol en Rusia.