"Voy a ser categórico cualquier acusación por acoso sexual es falsa, no voy a renunciar, si me quieren remover, que lo hagan", enfatizó Castillero antes de ser interpelado por los diputados, que tienen la potestad constitucional para destituirlo.
El funcionario declaró antes de ingresar en el edificio legislativo que las acusaciones eran infundadas, pero igual afirmó que la sesión sería un mero formalismo porque ya sabía cuál sería el desenlace.
Para la remoción del "ombudsman" (defensor de los derechos humanos) istmeño, cuyo mandato vence el 31 de marzo de 2021, es preciso el voto de 48 de los 71 diputados del Legislativo istmeño.
Varios diputados han cuestionado la capacidad de Castillero para permanecer en el cargo, que sería asumido por la defensora adjunta, Maribel Coco hasta que la Asamblea realice un nuevo nombramiento.