"Es realmente frustrante que la magistrada no haya considerado los argumentos", declaró el editor islandés al término de la audiencia en Londres.
La jueza Vanessa Baraitser rechazó todas las propuestas de la defensa de Assange, desde posponer la fecha de apertura del juicio (que sigue concertada para el 24 de febrero de 2020), a la división del sumario en dos partes fundamentales.
Assange siguió la audiencia desde la 'pecera' de la sala del juzgado, con aspecto físico elegante pero con actitud desorientada y un constante bamboleo corporal.
Aprovechó la venia de la jueza para protestar de las restricciones de su régimen penitenciario y aludió a su estado psicológico y mental con voz entrecortada.
"Es un caso enorme y Julian no ha podido prepararlo adecuadamente en los últimos seis meses porque no tiene acceso a los documentos, lo cual es indignante", denunció a Sputnik el director de la plataforma digital de filtraciones.
Hrafnsson aseguró que las condiciones en prisión han mejorado "ligeramente" en las últimas semanas, aunque el reconocido recluso sigue sin acceso a un ordenador y requiere atención médica.
"Como él mismo dijo en las pocas palabras que pudo expresar, ¿cómo puede ser justicia equilibrada cuando EEUU ha tenido diez años para preparar el caso y yo nada en los últimos seis meses? Es absurdo", protestó el jefe de WikiLeaks.
Por ello, el abogado Mark Summers solicitó resolver los aspectos políticos del caso en una vista judicial separada y anterior a una segunda, que se centraría en la petición de entrega a la Justicia estadounidense.
Para Summers, "el marco de fondo de la campaña" contra Assange y de la "motivación política se ha manifestado" en varios frentes, desde la presión sobre el Gobierno de Ecuador, el acoso judicial de Chelsea Manning, a la "escalada de la guerra contra los alertadores" para incluir en el objetivo a "periodistas y editores" de medios.
"Lo más extraordinario de lo que ha emergido es que el Estado estadounidense procedió activamente a inmiscuirse en las conversaciones privilegiadas entre Assange y sus abogados en la Embajada de Ecuador", denunció en referencia al espionaje desvelado recientemente en España.
La jueza desestimó los argumentos del letrado, mantuvo la estructura unitaria del caso y rechazó prolongar el plazo preparatorio del juicio.
"El caso español es muy importante porque demuestra que la CIA espió al equipo legal de Julian Assange en la Embajada ecuatoriana y esto debería ser suficiente para demostrar que no hay base legal para procesarle", declaró a Sputnik John Rees, de la Coalición Stop The War.
"Creemos en la libertad de expresión y debemos proteger a los que dicen la verdad", afirmó a Sputnik Anais Maurat, madre y activista de 59 años.
Paul Ascot, actor y humorista de 29 años que también viajó toda la noche desde Francia a Inglaterra, aseguró que "no podemos olvidar a la gente que se arriesgó y está en peligro por el bien común".
El exalcalde de Londres, Ken Livinsgtone, el documentalista australiano, John Pilger, y el exdiplomático británico, Craig Murray, entre otros reconocidos profesionales, se sumaron a los actos en solidaridad con Assange y el equipo de WikiLeaks.