En las imágenes se ve que el avión está volando en línea recta y el piloto avisa a su pasajero de que va a realizar un giro. Vista la considerable fuerza G que se sostiene en los giros a alta velocidad, el hombre empieza a gritar intentando aguantar la presión a la que acaba siendo sometido.
No obstante, instantes más tarde el pasajero se queda inconsciente debido al hecho de que la mayor parte de la sangre había viajado a la parte inferior de su cuerpo. Estas ocurrencias no son raras en el caso de las personas sin la debida preparación física y no suelen tener consecuencias negativas para su salud, aunque sí echa a perder el regalo de viajar en uno de estos cazas.
A pesar de que maniobras como la barrena plana o la Cobra de Pugachov son las más impresionantes para los espectadores, las más difíciles son precisamente las maniobras aparentemente simples (como los giros) realizadas a grandes velocidades, puesto que generan unas enormes fuerzas G que los pilotos tienen que soportar.