"Nuestras entregas no buscan socavar la seguridad de nadie, se trata solo de armas de defensa", dijo el interlocutor de Sputnik al contestar a la pregunta de cómo puede comentar las declaraciones de la OTAN de que los suministros de los S-400 a Ankara podrían socavar la capacidad de combate de la alianza y agravar la situación en la región.
Turquía firmó en diciembre de 2017 el primer contrato para la compra de los S-400 por un valor equivalente a 2.500 millones de dólares. En septiembre de este año el país otomano recibió los avanzados equipos.
Estados Unidos argumenta que el sistema antiaéreo ruso puede ser una amenaza para el caza indetectable F-35.
El S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.