La ley, cuyo borrador fue presentado en julio pasado por varios diputados de la Cámara Baja del Parlamento, prohíbe desde el 1 de julio de 2020 vender en Rusia ciertos tipos de dispositivos sin software ruso preinstalado.
Los autores de la ley aseguran que la medida busca proteger los intereses de las empresas rusas y contribuir a disminuir abusos por parte de las grandes corporaciones extranjeras.
Las listas de dispositivos, programas y el procedimiento de instalación serán determinadas por el Gabinete. El Servicio Antimonopolio Federal había avalado la ley.
Actualmente la Duma del Estado estudia un proyecto de ley sobre la responsabilidad por la venta de dispositivos sin software ruso preinstalado.
El comité económico del Consejo de la Federación señaló antes que la organización vendedora sería responsable de la preinstalación del software ruso.