Ayudan a las personas con claustrofobia y ansiedad
El pequeño tamaño de muchos ascensores es capaz de provocar claustrofobia. Las personas que sufren de ansiedad en espacios cerrados suelen sentirse más relajadas en un ascensor equipado con un espejo, ya que ofrece una sensación de mayor espacio.
Proporcionan una mayor accesibilidad
El espejo ayuda a la hora de entrar o salir del ascensor a las personas con discapacidad, como los usuarios en sillas de ruedas.
Gracias al espejo, los discapacitados no tienen que girar dentro de un habitáculo tan pequeño. Asimismo, puede prevenir accidentes.
Se instalan por razones de seguridad
Esta es la razón principal por la que los primeros fabricantes optaron por colocar los espejos dentro de sus ascensores: juegan un papel importante en la detección o la prevención de robos o hasta de asaltos.
¡Por pura diversión!
El espejo hace que el tiempo que pasamos dentro del ascensor pase más rápido.
Tomarse selfis dentro del ascensor se ha convertido ya en todo un clásico. Además, puedes utilizar el cristal para arreglarte rápidamente en caso de que tengas prisa.