En las imágenes, que recopilaron más de 60.000 reproducciones en apenas medio día, se ve el aterrizaje realizado en 2013 por un Boeing 757 en el aeropuerto de Gatwick, en Londres. Puesto que se trata de una cámara térmica, cuanto más blanca es alguna parte del avión más caliente está.
Lo mismo ocurre con los chorros de aire caliente que salen de los motores de la aeronave. Cuando toca tierra, se ve un resplandor de luz blanca que corresponde al calor generado en las ruedas, los frenos e incluso en la propia pista de aterrizaje.
En el caso de que los pilotos tengan que abortar el aterrizaje y activar la potencia máxima de los motores, la imagen se deslumbraría por el calor que generarían los propulsores.
Otro caso curioso fue grabado por un helicóptero con la ayuda de una cámara térmica en EEUU cuando una persecución policial se adentró en una base militar. Al final, todo acabó con el auto embistiendo a toda velocidad contra un caza F/A-18, un momento que quedó captado en vídeo.