"No habrá ninguna modificación a la política cambiaria, de eso se hará cargo el próximo Gobierno. La estabilidad es fundamental para la economía", dijo el nuevo jefe del instituto emisor tras jurar al cargo ante Áñez en un breve acto nocturno en el Palacio de Gobierno.
El cambio monetario en Bolivia se mantiene fijo en 6,96 bolivianos por dólar desde hace nueve años.
El relevo en el BCB se sumó a una larga lista de designaciones de nuevas autoridades que lleva a cabo el Gobierno de facto instalado desde el 12 de noviembre, que ha concentrado su tarea en un duro ataque a la pasada administración de Evo Morales.
La presidenta transitoria, quien debería concluir su mandato tras las elecciones generales previstas para el primer semestre de 2020, dijo en el acto que el relevo en el BCB se enmarcaba en disposiciones de la Constitución del Estado Plurinacional y la Ley del sistema financiero.
Junto con Aponte juraron también cuatro nuevos miembros del directorio del Banco Central, institución que durante el gobierno de Morales se había convertido en una de las principales fuentes de financiamiento de proyectos de infraestructura, transportes y energía.
Ramos había estado en la presidencia del Banco Central desde enero de 2017.