La semana pasada el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU aprobó un proyecto de ley que impone sanciones contra Turquía en relación con la compra de los S-400 y la operación turca en el norte de Siria.
"Estamos en contra de cualquier sanción no verificada ni legalizada por (...) el Consejo de Seguridad de la ONU", dijo Zajárova en una rueda de prensa.
Asimismo apuntó que las sanciones unilaterales son ilegítimas y la presión que ejercen "contradice las normas de las relaciones internacionales".
Rusia empezó a entregar los S-400 a Turquía en julio pasado, y la adquisición de esos sistemas provocó tensión en las relaciones entre Ankara y Washington.
El presidente turco anunció que los S-400 se pondrán en servicio operativo en abril de 2020.
Washington exigió que Ankara renunciara a esa transacción y comprara los Patriot estadounidenses, y amenazó con demorar o cancelar la venta a Turquía de los cazas F-35, pero Turquía se negó a hacer concesiones y aseguró que su propósito de adquirir los sistemas rusos sigue siendo firme.