"Tenemos una cifra aproximada, que representa coimas de 50 millones de dólares, admitida por la compañía Odebrecht; creemos que podría ser más, pero eso es solamente una parte del daño causado. También hay posibles sobreprecios, incumplimientos contractuales, entre otros", afirmó Salvador en la noche del miércoles en un comunicado de prensa.
El procurador general del Estado añadió que además hay un daño moral ocasionado por la empresa brasileña.
Según Salvador, al momento se encuentran detenidas las conversaciones con la constructora brasileña para determinar una reparación integral al Estado ecuatoriano.
Salvador señaló que la reparación deberá ser en el ámbito material e inmaterial, pues Odebrecht no solo deberá indemnizar al Estado sino cumplir sus obligaciones con los proveedores ecuatorianos.
Recientemente, la empresa dijo que Ecuador le adeuda 103 millones de dólares, con los cuales espera pagar a 80 empresas ecuatorianas, entre proveedores y contratistas.
El Estado ecuatoriano ha retenido a la compañía más de 100 millones de dólares, amparado en una medida cautelar dictada por la Fiscalía, dentro de las investigaciones de la trama de corrupción de la empresa brasileña.
"Es absurdo pensar que la única garantía que tiene el Estado ecuatoriano para resarcirse de los daños sufridos a manos de Odebrecht deba utilizarse para que esa empresa pague sus otras obligaciones", remarcó el procurador.
Salvador añadió que para los pagos a los proveedores la empresa debe traer a Ecuador fondos propios.
En 2016 la empresa reconoció que entregó coimas en Ecuador a cambio de contratos.
Jorge Glas, exvicepresidente del gobierno de Rafael Correa (2007-2017) guarda prisión por asociación ilícita, dentro de la trama de sobornos de Odebrecht.
En 2017, el delator de Odebrecht, José Conceição Santos, desde Brasil aseguró que 16 millones de dólares en coimas fueron al entonces vicepresidente y a su tío Ricardo Rivera, a través de este último, según dijo, se habrían realizado los pagos a Glas.