"Si es ilegal, lo vemos más adelante, pero por lo que vi hasta ahora, todo es legal [Wajngarten es un] excelente profesional; si fuese una porquería, como algunos que hay por ahí, nadie le estaría criticando", dijo el presidente al salir de su residencia oficial, según recoge el diario Folha de Sao Paulo.
Este diario reveló el 15 de enero que Wajngarten es el socio mayoritario de una empresa a través de la cual recibe dinero de emisoras de televisión y agencias de publicidad contratadas por la propia secretaría, ministerios y empresas estatales del Gobierno.
La Secretaría de Comunicación se encarga de distribuir el presupuesto en publicidad del Gobierno, y el año pasado gastó 197 millones de reales (más de 47 millones de dólares) en campañas.
La empresa del secretario, denominada FW, tiene contratos con al menos cinco compañías que reciben dinero del Gobierno, como las cadenas de televisión Band y Record, de corte conservador.
Según la legislación brasileña, la cúpula del Gobierno no puede mantener negocios con personas físicas o jurídicas que puedan verse afectadas por sus decisiones.
Bolsonaro respondió contrariado a las preguntas sobre este tema, dijo que el diario Folha de Sao Paulo no tiene moral para indagar sobre el tema y mandó callar a la periodista de ese medio.
Por su parte, Wajngarten dijo el 15 de enero que no estaba a cargo de la agencia "para hacer negocios" y aseguró que permanecerá en el cargo.