Este inusual traficante se apoderaba de su preciado botín directamente en los nidos de las aves, utilizando un helicóptero o suspendido de una cuerda. Una vez de hacerse con los huevos, embalaba las piezas cuidadosamente y los vendía.
Lendrum se había envuelto en vientre con vendas blancas; debajo de ellas escondía 19 huevos de aves de presa valorados en hasta 10.500 dólares en el mercado negro. También llevaba dos polluelos de águila africana cuyos huevos habían eclosionado. Por estos hechos fue condenado hace un año por un tribunal británico a tres años de prisión.
Este miércoles 22 Lendrum participó por videoconferencia desde prisión en una vista ante un tribunal de Londres, donde su abogada criticó las condiciones de reclusión en Brasil para evitar la extradición: una celda con más de 20 presos donde su cliente tendría 2,2 metros cuadrados de espacio, denunció.