El sumo pontífice sostuvo una reunión de aproximadamente 30 minutos con el presidente de Irak, Barham Salih, en la Santa Sede, donde discutieron la tensión que vive el país árabe debido al intercambio de amenazas y ataques entre EEUU e Irán en su territorio.
El conflicto en Irak empeoró el 3 de enero cuando las fuerzas de EEUU perpetraron un ataque aéreo que mató al general Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, y a otras seis personas que lo acompañaban.
La operación estadounidense que fue realizada por orden del presidente Donald Trump fue una represalia contra Irán después de que las tropas de autodefensa chiíes asediasen la Embajada norteamericana en Bagdad con el respaldo de Teherán.
Poco después de los ataques perpetrados en Irak, el sumo pontífice instó a EEUU e Irán a evitar la escalada y buscar "diálogo y autocontrol" para evitar un conflicto más amplio en Oriente Medio.