"La Conferencia de Yalta es el hito más importante en las crónicas diplomáticas de la II Guerra Mundial. Precisamente en Yalta se tomaron las decisiones medulares sobre los asuntos clave del orden mundial, incluida la institución de la Organización de Naciones Unidas. La conferencia, que reunió a los líderes de la coalición anti-Hitler, transcurrió en un ambiente de comprensión mutua y cooperación", señaló.
Lavrov expresó el convencimiento de que hoy día existe mucha demanda de recodar las páginas de la historia común de los aliados.
La Conferencia de Yalta (Crimea) de 1945, en la que se reunieron los jefes de Estado de tres países de la coalición anti-Hitler —la Unión Soviética, Estados Unidos y el Reino Unido— se celebró en la exresidencia estival de los zares, el Palacio de Livadia, entre el 4 y el 11 de febrero de 1945, con el fin de coordinar los planes para conseguir la derrota definitiva de la Alemania nazi y elaborar los principios básicos de la política a aplicar en postguerra.
"Prosiguen debates en que algunos círculos occidentales —y no solo éstos— intentan disculpar a los cómplices de los nazis y presentar de modo tergiversado el papel de la Unión Soviética y de los pueblos soviéticos que hicieron el aporte decisivo a la derrota del nazismo. Los intentos de reescribir la historia y con eso influir sobre el desarrollo de los procesos mundiales continuarán. Debemos oponerles una fuerte resistencia e impedir su realización", declaró.
La fiesta profesional de los diplomáticos se celebra en Rusia desde 2002. La fecha no se eligió por una casualidad. Del 10 de febrero de 1549 data la primera mención documental sobre el departamento de política exterior de Rusia, llamado Posolski Prikaz (departamento de embajadores), a la cabeza del cual estaba Iván Viskovati.