"Los servicios de inteligencia de EEUU lanzaron una campaña de gran escala para comprometer a las figuras políticas y públicas en Europa del Este que se expresan a favor del desarrollo de las relaciones de buena vecindad con Rusia", dice un comunicado del organismo.
Se precisa que "con estos fines se están movilizando las agencias y organizaciones no gubernamentales financiadas por los departamentos oficiales de EEUU".
El Servicio de Inteligencia Extranjera ruso calificó a Bulgaria de "epicentro" de esta campaña estadounidense en los Balcanes porque en ese país "se fingen de forma regular los escándalos de espionaje con la posterior expulsión infundada de los diplomáticos rusos".
Rusia respondió en diciembre con una medida simétrica, expulsando a un diplomático búlgaro.
A finales de enero, el Ministerio de Exteriores búlgaro declaró personas no gratas a otros dos diplomáticos rusos bajo la sospecha de espionaje, ambos abandonaron el país.
El Ministerio de Exteriores ruso rechazó la expulsión de sus diplomáticos y subrayó que se reserva el derecho a responder a este paso hostil.