La Policía empleó cañones de agua contra la multitud de manifestantes que bloquearon las carreteras principales de la capital con barricadas. Por su parte, los integrantes de la protesta utilizaron punteros láser contra los oficiales para defenderse y mostraron los balines —perdigones de goma— con los que fueron reprimidos.
El 'superlunes' concluyó con más de 280 detenidos, según informó el ministro del Interior chileno, Gonzalo Blumel.
La ola actual de manifestaciones que se registra en Chile es considerada la más grande en décadas y tuvo su inicio luego de que las tarifas del metro sufrieran un aumento que finalmente se suspendió por la crisis social. Desde entonces, las protestas se han convertido en un movimiento con quejas más amplias contra las políticas de Piñera y contra la creciente desigualdad social.