Una tormenta perfecta afecta al mercado petrolero y lejos de que su fuerza amaine, sigue creciendo. A tal punto llegó este lunes 30 de marzo, que el barril de crudo WTI (estadounidense) cotizó por debajo de los 20 dólares. Un escenario impensable solo unos meses atrás, en diciembre de 2019, cuando oscilaba en torno a los 60 dólares.
"Es una situación complicada provocada por dos fenómenos que están ocurriendo al mismo tiempo pero que son diferentes. Por un lado estamos viendo una caída de la demanda producto del coronavirus. Eso tuvo como consecuencia una disputa de precios entre Rusia y Arabia Saudita, lo que ocasionó que aumentaran la producción. Ahora hay una sobreproducción en el mundo y hay muy pocos compradores", señaló a Sputnik Paul Alejandro Sánchez, doctor en Política Pública y experto en regulación del sector energético mexicano.
Los precios del petróleo empezaron a caer a principios de marzo luego de que Arabia Saudita terminara con la limitación a la producción acordada por el cónclave de la OPEP+ en 2016 y siguen hundiéndose con tanta velocidad como han aumentado los contagios por coronavirus.
"Ahorita tienes no solo una sobreoferta de petróleo sino que está coincidiendo con algo muy raro en este sector que es una sobreoferta de productos derivados. Lo normal cuando baja algo es que la gente empiece a consumir más. Pero en este caso está bajando pero nadie está consumiendo, entonces ya no hay lugar para almacenar petróleo y derivados", agregó el experto.
En las últimas horas del lunes los presidentes de Rusia y EEUU, Vladímir Putin y Donald Trump, mantuvieron una conversación telefónica sobre este tema. Según informó el servicio de prensa del Kremlin, acordaron realizar consultas a nivel ministerial, señal que podría dar un respiro al mercado.