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Uruguay y el COVID-19: "Hay que evitar al mínimo de la expresión posible los fallecimientos"

"El gobernante tiene que estar preparado para todas las circunstancias posibles", dijo a Sputnik el ministro de Turismo de Uruguay, Germán Cardoso, que asumió junto con el resto del Gobierno el 1 de marzo y a los pocos días debió afrontar la pandemia del coronavirus. "Lo fundamental es proteger la salud de la gente", expresó.
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El sector turístico uruguayo esa una de las principales actividades económicas con una fuerte incidencia a nivel de empleo, que se ubica en "11 % de los puestos de manera directa en la plantilla activa de trabajadores del país y un peso del orden de entre 8 y 9 % en el Producto Interno Bruto", destacó el secretario de Estado.

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Por esta misma realidad y dadas las características de la pandemia que impone el aislamiento social, el rubro turístico ha sido de los que más rápidamente sintieron los efectos de la crisis sanitaria.

"Si bien hoy la situación se traslada a diversas ramas de la economía, el turismo fue el primer afectado. Las primeras medidas fueron cerrar aeropuertos, puertos, fronteras e inmediatamente eso implicó el cierre y envío de miles de trabajadores al seguro de paro", graficó Cardoso. Esto se debió al cierre temporal o definitivo "de hoteles, casas gastronómicas, agencias de viajes", ejemplificó.

A partir de la situación que se dio por el desarrollo del virus en el país, en marzo hubo una cifra récord de personas que pidieron asistir al seguro de paro a los trabajadores, y en esa asistencia en el orden de 14, 15% corresponde al rubro turismo y servicios, aseveró el ministro.

Contradicciones inesperadas

El 31 de marzo Cardoso subió a su cuenta de Twitter un videomensaje exhortando a la población a quedarse en sus casas, que luego fue posteado al portal institucional.

El pedido va en consonancia con el que realizan las autoridades de los distintos países, pero en este caso tiene un plus: lo hizo el ministro de Turismo previo al inicio, este lunes 6 de abril, de la Semana de Turismo. Así se denomina en este país laico a las fechas que en otros Estados se relacionan con las Pascuas, y tradicionalmente es muy esperada tanto por las personas como por la industria turística en particular.

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"Es la semana del año que existe mayor movilidad interna en el país. Culturalmente es cuando el uruguayo más se traslada dentro del territorio nacional fundamentalmente a los departamentos del sur de la costa. Pero también al litoral y a diferente puntos del interior donde históricamente hay desarrollo de espectáculos musicales, campamentos, etcétera", contó Cardoso.

Para desestimular el tránsito en un país que no dispuso la cuarentena obligatoria, ni toques de queda como en territorios vecinos, se han impulsado además de campañas de concientización tales como "mantener cerrados y clausurados todo lo que son los camping y cabañas de espaciamientos y lugares donde sean aptos para acampar".

También un control más exhaustivo de carreteras tendientes a supervisar el acatamiento de aquellas personas que disponen de auto propio y casas de descanso fuera de sus lugares de residencia habitual.

"Tenemos más de 240 retenes policiales para controlar la actividad en las rutas para concientizar, deteniendo el tránsito de las personas que se están transportando, pidiendo la documentación requerida, explicando y exhortando sobre la necesidad que hoy tiene la sociedad de evitar traslados innecesarios", enfatizó el titular del Ministerio de Turismo de Uruguay.

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"Obviamente el inicio de un proceso después de haber esperado tanto tiempo generaba expectativas, esperanzas, ilusiones y proyectos con los que llegábamos a asumir. Y a la semana nos encontramos con esta difícil situación que golpea el mundo y Uruguay no es ajeno", afirmó Cardoso al mencionar la rápida adaptación que tuvo que realizar el Ejecutivo entrante.

Asumió el domingo 1 de marzo formalmente y en los hechos el trabajo comenzó el lunes 2, para el viernes 13 declarar la emergencia sanitaria y empezar a luchar contra el COVID-19. Desde el 13 de marzo y hasta el 5 de abril el país tenía, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Emergencias, 406 casos positivos, 104 pacientes recuperados y seis fallecidos.

"Un montón de proyectos importantes debieron quedar en una especie de suspenso y lo importante debió dar paso a lo urgente, que es hacernos cargo del estado sanitario de la población, proteger la salud de la gente, fundamentalmente de la población más vulnerable, y evitar al mínimo de la expresión posible los fallecimientos", dijo el ministro.

"Hay un apuesta muy fuerte a la concientización, apelar a la responsabilidad y solidaridad del uruguayo (...) a intentar la máxima contención posible sin los daños colaterales que genera una cuarentena obligatoria en cuanto a pérdida de libertad, y fundamentalmente a obstáculos que se dan en el ejercicio de la vida misma en situaciones imprescindibles", remarcó.

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Cuando la pandemia dé respiro, entonces será hora de retomar lo planes e iniciativas que quedaron al margen por la enfermedad. "Llegamos al ministerio llenos de proyectos y sueños, con unas ganas tremendas de trabajar en lo que es el turismo extrarregión. Las expectativas y los proyectos están intactos pero habrá que esperar incluso a cómo es el reacomodamiento social, cultural del mundo después de esta pandemia", afirmó Cardoso.

Si bien intuitivamente se podría concluir que después de tanto encierro obligado o recomendado las personas buscarán viajar inevitablemente, el ministro de Turismo advirtió que "estamos en una situación totalmente atípica y no tenemos un mapeo, un registro de cómo se pueden comportar los ciudadanos del mundo después de vivir una situación tan traumática".

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