"La enfermedad en los niños (…) es más fácil, pero, por otro lado, hay algunas características epidemiológicas que enfatizan que, al combatir la infección fácilmente, los niños, desafortunadamente, excretan el virus durante más tiempo y siguen siendo fuentes de infección", dijo Gorélov.
Agregó que la mayoría de los niños que murieron por coronavirus pertenecen a un grupo cuyo estado de salud en la vida cotidiana requiere una atención especial.
Desde el 11 de marzo, la OMS califica como pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2 detectado en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
A escala global se han registrado más de 2,6 millones de casos de infección por el nuevo coronavirus, incluidos más de 180.000 decesos, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.