Internacional

Un cuarto de millón de fallecidos por COVID-19, con cifras en EEUU en auge y Europa en declive

El mundo arranca una nueva semana de lucha contra la pandemia del coronavirus con un triste hito: más de un cuarto de millón de personas han perdido la batalla ante COVID-19, mientras más de 3,5 millones siguen en la lucha.
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El recuento de víctimas mortales llegó a 250.687 para finales del lunes 4 de mayo, aumentando en unos 3.200 muertos en las últimas 24 horas, según datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.

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EEUU es el país que más fallecidos sumó a la triste estadística con unos 760 decesos en la última jornada. En total, el país norteamericano ha contado 68.442 muertes, lo que duplica la estadística de cualquiera de los siguientes países más afectados: Italia (29.079), Reino Unido (28.734), España (25.428) o Francia (25.168).

La Administración Trump espera unos 100.000 decesos por coronavirus y que la cifra diaria de muertos alcance el pico de 3.000 personas diarias en junio. "Eso es algo horrible", lamentó al respecto el mandatario.

​No obstante, el Instituto de Evaluación y Métrica de Salud (IHME) de la Universidad de Washington publicó sus proyecciones de casi 135.000 muertes por COVID-19 en EEUU para principios de agosto. En otro alarmante estudio, del Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) que fue citado por el New York Times, se sugiere que la cantidad de nuevas infecciones en EEUU podrían llegar a las 200.000 por día en junio.

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El aumento de las estimaciones se produce a medida que varios estados han aliviado las restricciones y muchos estadounidenses pasaron el fin de semana fuera de sus hogares en protestas o disfrutando los días de primavera en lugares públicos. Florida, Colorado, Indiana, Nebraska, Carolina del Sur y Virginia Occidental, entre otros, han aflojado las restricciones en un intento por revivir su economía y calmar a los residentes.

Europa, segundo mayor foco de la enfermedad, registra al contrario un paulatino descenso de la cantidad de casos confirmados y fallecimientos diarios. Las autoridades de España e Italia ya han implementado cautelosos planes de desconfinamiento, permitiendo a la población salir a las calles, aunque con leves restricciones.

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