La notificación se produce ante la próxima anexión a Israel del 30% del territorio de la Cisjordania ocupada, que podría iniciarse a partir del 1 de julio, según el primer ministro Benjamín Netanyahu.
La Embajada de EEUU en Jerusalén aconsejó a sus ciudadanos que "mantengan un alto nivel de vigilancia y que den los pasos apropiados para incrementar su alerta de seguridad".
"La violencia puede ocurrir sin anunciarse o con poca antelación, dirigiéndose contra locaciones turísticas, centros de transporte, controles del Gobierno, mercados y comercios o instalaciones del Gobierno", dice el comunicado.
"Los ciudadanos de EEUU deberían considerar con cuidado los riesgos para su seguridad personal cuando consideren visitas a lugares o eventos que pueden ser objetivos".
Se estima que en Israel viven habitualmente unos 200.000 ciudadanos estadounidenses que en su inmensa mayoría son judíos y también tienen la nacionalidad israelí.
La Embajada prohíbe a sus empleados viajar por casi todas las carreteras de Cisjordania y prohíbe totalmente los viajes a la Franja de Gaza.
Por su parte, el Ejército israelí ha dicho que en las circunstancias actuales podría haber "una ola de ataques terroristas".