Una estatua del presidente confederado Jefferson Davis ha sido derribada en Richmond, Virginia, mientras que las estatuas de Colón en Boston, Miami y Virginia también han sido objeto de vandalismo.
El incidente puso sobre la mesa la desigualdad racial y el racismo.
Varias estatuas de la Confederación en la avenida Monument, en Richmond, fueron pintadas con grafitis durante las protestas, mientras que una estatua de Colón fue derribada, incendiada y arrojada a un lago.
Una estatua de bronce de tres metros de altura, también de Colón, fue derribada en Saint Paul, Minnesota, y otra estatua del italiano en Boston fue decapitada.
Los activistas nativos americanos se han opuesto durante mucho tiempo a los monumentos a Colón, ya que sus expediciones a las Américas condujeron a la colonización y al genocidio de sus antepasados.
Asimismo, muchas ciudades y organizaciones han tomado medidas para eliminar los símbolos de la Confederación, que durante mucho tiempo han suscitado controversia por su asociación con el racismo.