"Se establecen medidas en el marco de la emergencia sanitaria declarada en el territorio nacional por la pandemia del coronavirus, correspondientes a la fase tres del plan de levantamiento gradual del aislamiento preventivo general (cuarentena inteligente)", afirmó el Poder Ejecutivo en el decreto.
También se permite la apertura de autocines y teatros, bajo distanciamiento físico y actividades en gimnasios, pero con agenda previa y dentro de un "protocolo estricto".
Asimismo, en la educación universitaria se autorizan exámenes o defensas de tesis, pero con un máximo de diez personas.
Sin embargo, la Iglesia católica criticó el inicio de esta fase, ya que se prohibió que haya más de 20 feligreses por misa; desde la institución consideran que esta disposición constituye una amenaza a la "libertad religiosa".
"Hoy también vuelven a amenazar la libertad religiosa la corrupción y la necedad del poder", afirmó el 14 de junio el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, según consigna la prensa local.
El religioso dijo que se trata de "un sector del poder político que se ha corrompido gravemente y quiere someter a la Iglesia con arbitrariedades, con humillaciones, mientras se dedica al robo, a la malversación, al tráfico de influencias hasta niveles exasperantes".
De esta fase están excluidos los departamentos de Paraguarí (centro) y Concepción (norte), que permanecerán en la fase dos por un par de semanas más, debido al aumento de casos.
Además, aún no se reabrirán las fronteras terrestres, en especial la compartida con Brasil, debido al alto número de contagios y muertes en ese país.
El último informe del Ministerio de Salud, emitido el domingo, señala que el total de casos de confirmados es 1.289, al tiempo que 11 personas fallecieron.